Hay muchas personas que intentan encontrar un camino distinto para ser feliz. No quieren adaptarse a lo más convencional, sino hacer algo totalmente diferente, siempre que eso sea lo que les mueve por dentro. Atendí en terapia a Diana Tallo, una profesora de yoga, escritora de Mochilamérica, viajera, y co-creadora junto con Mike, su pareja, de un proyecto super bonito llamado “Tenerlife.es”. No puedo decir que lleve a cabo todos los objetivos que me había planteado con ella, pero puedo decir que uno se cumplió y es el de que realmente se adentrará en sus sentimientos hacia su madre. No desvelo aquí lo que ocurrió, pero sí puedo decir que ella pudo ver que su madre fue alguien especial a pesar de que aparentemente fuesen tan distintas.
No pudimos trabajar en terapia experiencias que ella vivenció tomando la ayahuasca porque la falsedad del relato no podía decir la verdad de lo que realmente había ocurrido.

No puedo aconsejar a mis clientes usar la ayahuasca como medio de sanación o autoconocimiento porque no solo no es necesaria, sino que puede dar lugar a muchas confusiones y sanaciones aparentes.
Ella también experimentó situaciones que parecían tener visos de realidad, pero no creo que ella haya vivido una sanación en toda regla como ella dice, y prueba de ello es que la sanación se producía en el seno materno y no en la vida cotidiana. Una sanación para que cale hondamente en nosotros, se debe producir de modo que podamos relacionarnos de modo distinto con la persona con la que hemos sanado. Si la relación con esa persona no cambia radicalmente como de la noche al día, significa que esa sanación fue aparente, pero no significativa, por eso no puedo aconsejar a mis clientes que usen la ayahuasca para ahondar en el autoconocimiento. Si bien, ese fue el único punto en que con respeto decidimos no entrar, ella sabe perfectamente que ese respeto nos lleva por caminos distintos, ya que mientras yo creo que la ayahuasca no es necesaria y puede confundir mucho, ella cree que potencia su camino espiritual.
Diana se podría convertir sin duda en referente para mucha gente en la introspección en su camino de autodesarrollo, porque ya cuenta con una habilidad especial para autoconocerse sin necesidad de ser acompañada.

No es fácil encontrar una clienta que quiera trabajarse con seriedad, profunda honestidad y que sea capaz de admitir con amor y elegancia lo que aparentemente no es tan positivo, aunque en el fondo solo sea una envoltura de lo más bello.
Su novio, decía ella, lo necesitaba más que yo. “Quizás convenga que las sesiones ganadas las disfrute él en vez de yo”, argüía ella. Sin embargo, ella era la titular del premio y rápidamente intuí al hablar con Diana que interesaba más que fuese ella misma la que recibiese la terapia, no porque la encontrase mal, que es todo lo contrario, ya que se la escuchaba alegre y equilibrada en todos sentidos. Supe que era interesante porque una persona como ella es siempre una perita en dulce para un terapeuta, porque son personas que se quieren trabajar en serio, que buscan con honestidad la verdad, que están dispuestas a aceptar cosas de ellas que quizás no son tan elegantes de admitir, y todo eso hace que puedas avanzar rápido y tener muy buenos resultados.
Fue mérito de ella al 100% el aprovechamiento de esas 5 sesiones de terapia. Siempre es así, el trabajo y el mérito es del cliente y en ese sentido Diana tiene matrícula de honor.

El proyecto de TenerLife.es de Diana y su novio Mike, responde a una llamada interior, cuya hipótesis vi contrastada al mirar la carta astral del IChing natal de Diana, que contiene un Yo viajero.

No uso generalmente cartas astrales en terapia, fue solo una excepción para confirmar que Diana tenía ya un plan de vida marcado para viajar. Ir de mochilera por países peligrosos no es fácil, pero confío que su bondad la protegerá a ella y a Mike en el camino y que volverán a Madrid sanos y salvos.
No uso las cartas natales nunca en terapia. Eso que hice con Diana fue solo para comprobar mi hipótesis de que venía marcada para viajar, y recorrer el mundo de mochilera. Sé que es un camino difícil, y a veces me sorprendo pensando en ella, en cómo será ese próximo viaje, y solo me digo a mí misma, seguro que irá bien. Siento sin querer preocupación por el rumbo que pueda tomar el viaje, porque son a menudo países peligrosos, y a ella la veo tan buena y cálida, que temo por ella, pero a su vez pienso que el bien grande que también habita fuertemente en ella la protegerá de todos los peligros, a ella y a Mike. Ojalá que tome todas las medidas necesarias para que vuelvan un día a Madrid sanos y salvos, y pueda volver a verla con una sonrisa en la boca.
Una carta natal nunca es determinante, somos libres de cambiar o reducir su influencia en nosotros con nuestras decisiones, lo que esta claro es que nada debe ser tomado al pie de la letra, ya que supondría un lastre en vez de una ayuda.

Si Diana volviese a experimentar vértigos continuados, yo aconsejaría parar el plan y no empeñarse en seguir el viaje. Hacer una pausa o volver antes para no poner en riesgo su salud.
Si Diana, por ejemplo, volviese a experimentar vértigos como le paso al final de su último viaje, mi sugerencia sería volver a Madrid, cuidarse mucho, darse amor, mimo, sanar, y luego ya veremos. Nunca una carta natal debe empujar sobre la sensatez de lo que sería mejor para alguien. Nunca se debe hacer boicoteo de nuestra vida diciendo que eso estaba predestinado. La vida va a empujar hacia allí, que no quepa duda, pero no va a determinar el resultado. Tampoco hay que afanarse en ir contra corriente. Simplemente tomar las mejores decisiones para uno mismo, para que ese transcurrir por la vida sea sereno. No empujando con el ego en dirección contraria, sino haciendo lo que el Ser interiormente impulsa a hacer. Y el meollo es saber cuándo la Luz interna guía en la dirección de la carta astral y cuando no. No es sencillo.
Confío en la sabiduría interior de Diana que la lleva a fluir inconscientemente con el Ser. Su verdadera luz estuvo presente en todo momento en la terapia, y puedo decir que es una persona especial, bella por fuera y por dentro, extremadamente facultada y dotada para trabajar lo espiritual.

Mi sentir continuado desde que la conocí es desear que sus viajes resulten exitosos, es cómo si su corazón hubiese entrado en el mío y se hubiese forjado un vínculo invisible que me hace pensar en ella deseando su bien en mayúsculas.
No sé si volveré a ver a Diana una vez ella haya iniciado su próximo viaje, pero de una cosa estoy segura, y es que nunca la olvidaré. Ella ya forma parte de mi en una medida difícil de explicar. Los momentos en que pienso en ella deseando que ese viaje vaya bien, es un algo repetido más de una vez, sin entender, qué clase de vínculo se ha creado ya con ella en tan solo cinco sesiones. Puedo decir que si un día la vuelvo a encontrar será para decirle que la quiero. No me cabe duda de que un algo se sembró en lo hondo en mi hacia ella. Diana se abrió, y ese regalo de sus adentros hacia mi tan rápido y espontaneo antes de ni siquiera haber hecho un vínculo terapéutico, demuestra su confianza plena en la vida y en el otro. Claro que gracias a ello ella también pudo trabajarse y encontrar cosas interesantes.
La felicidad que vive Diana, como la de todos, no está exenta de días difíciles, pero la plenitud de su vida es un regalo y un ejemplo para todos que, TenerLife.es refleja claramente. Y los momentos de gozo son muchísimos e inolvidables, sin duda llegará a la vejez con la satisfacción de haber colmado su vida de sentido.

El viaje de todos está lleno de pruebas. Para Diana su viaje de mochilera al lado de Mike es una prueba en toda regla, y sé que podré disfrutar de su éxito cuando decida volver a estar en casa tranquila, según su carta astral, después de los 50.
Viajar para Diana ha sido realizar el sueño de lo que más deseaba, ha sido darse el regalo que más ansiaba realizar, ha sido el sueño cumplido después de una exitosa carrera como gestora y educadora de temas medioambientales, pero ha sido también la prueba de su vida, y eso no lo sabe aún. Su viaje es una prueba en toda regla, y ella ya ha vivido varias en su primera salida por tantos países de Latinoamérica en 22 meses y 22 días. Curiosas son también las señales que acompañan su viaje, y que le dicen que está donde debe estar. No sé si ese viaje a Panamá tan peligroso, fue el viaje que ella necesitaba, pero en aquel sitio peligroso pudo salir airosa, y fue después cuando aparecieron los vértigos.
Confío que Diana está ahora más preparada que cuando partió a América. Y sé que sabrá escuchar las señales para cuidar su salud y su vida, la de ella y la de Mike.

Todos viajamos, aunque no salgamos de nuestra ciudad, todos debemos paliar las dificultades con sabiduría y aprender a sacar partido a las experiencias menos positivas.
He de decir que el viaje de la vida de Diana no es más que el viaje de una persona. Todos tenemos muchos viajes que realizar, quizás incluso estando en nuestra propia ciudad sin salir de ella nunca. Ese viaje es profundo y es el encuentro con nosotros mismos, una historia que se repite una y otra vez y que debemos realizar hasta el final, acortar la vida impide completar el viaje, por eso hemos de ser cautos cuando hay una señal que marca peligro, para protegernos de él. Y los peligros pueden ser variados, no solo son de salud, también hay peligros de pérdidas del sustento, o de la persona que más amamos. Hemos de saber transitar la vida sin perder lo más importante, y para ello hay que estar atento y cuidarnos mucho para vivir nuestro ciclo completo.
Para vivir como vive Diana y Mike solo hace falta tener mucho corazón, abrir los ojos a la vida y sembrar el bien según avanzas, amando a quienes encuentras.

